lunes, 18 de febrero de 2013

Política interior y exterior del fascismo

La instauración de el proceso político en la Italia fascista fue un proceso demorado el cual consistía de varias fases.

Primera fase: 


El hecho más importante de esta etapa es la eliminación de la oposición de manera violenta, la violencia fascista hace que los popolari abandonen el Gobierno en 1924. Año en que Mussolini hace  una ley electoral a su medida, en ella dice que el partido que obtuviese el 25% de los votos recibiría 2/3 de  los escaños, así la oposición quedaba debilitada. El hecho más escandaloso de la violencia fascista fue el caso Matteotti, secretario general socialista que criticó la violencia fascista y el fraude
en el recuento de votos, fue secuestrado y  asesinado por bandas fascistas. Este hecho hizo que los diputados de  la oposición abandonaran la  Cámara, esto fue una gran torpeza política porque así Mussolini y el  Partido Fascista quedaban solos en las instituciones. La oposición tendrá que trabajar desde el extranjero. La reforma escolar de Gentile organiza la enseñanza subrayando la enseñanza de la civilización grecolatina frente a la enseñanza de materias técnicas.

Segunda fase:


Una vez eliminada la oposición Mussolini  prosiguió la tarea  de construir un estado fuerte y totalitario. El primer paso fue la supresión de la libertad de prensa y de la libertad de reunión. El segundo fue la persecución de los políticos no fascistas. Para  gobernar con más comodidad en 1926 Mussolini aumenta los poderes del primer ministro, es decir, de sí mismo, el duce legisla a través de decretos-leyes sin contar para nada con el Parlamento. La implantación de un Estado que controla todo se apoyará también en la nueva policía política llamada  Ovra  (Organización para la vigilancia y la represión del antifascismo). El Partido Fascista tiene  una gran influencia, pero  el poder político está en manos de Mussolini que no responde ante nadie y es apoyado por el Consejo Nacional Fascista. El número de afiliados va a crecer, sobre todo entre los funcionarios que ven
peligrar su puesto de trabajo. En 1927 se firma la Carta del lavoro por la cual los sindicatos eran sustituidos por corporaciones en las que se integraban a los trabajadores y patronos en cada ramo
de la producción. Era un intento de acabar con la lucha de clases.

Politica externa: 


Un hecho importante fue la firma de  los acuerdos con la Santa Sede en  los Pactos de Letrán de 1929, por ellos se firmaba definitivamente la paz entre la Iglesia y el Estado italiano. El Papa, desde la toma de Roma por los partidarios de la unificación italiana en 1870, vivía recluido en El Vaticano y no reconocía al Estado italiano. Ahora reconocerá al Estado italiano y se normalizarán las relaciones. A cambio el Estado reconoce al Estado Vaticano como un país independiente y le da una indemnización de 750 millones de liras. Con este pacto Mussolini se ganó la admiración de los católicos de todo el mundo.

En 1936 se considera plenamente instaurado el Estado totalitario fascista y hasta
su desaparición con motivo de la II Guerra Mundial  no cambiará en esencia sus
instituciones.


Las posiciones de Mussolini en política  exterior, durante los primeros años, estuvieron orientadas por el pragmatismo  y la prudencia. La primera orientación de cómo debía proceder la percibió en la protesta emitida por la Sociedad de Naciones, tras la ocupación de la isla de Corfú en 1923. Al año siguiente, firmó un acuerdo amistoso con Yugoslavia,  por el que Italia  renunciaba a sus reclamaciones sobre la costa dálmata, a cambio de la anexión de Fiume. Y en los años siguientes se ocupó Somalia, y Albania se convirtió en protectorado italiano, hasta que fue invadida por tropas italianas en 1939. Esta actitud política inicial es la que explica que, en 1925, Mussolini fuese uno de los participantes de la Conferencia de Locarno.

Las relaciones entre Italia e Inglaterra se pueden calificar como amistosas hasta que el acercamiento entre Hitler y Mussolini se estrechó y las hizo cambiar de tono, en beneficio de los intereses nazis. Y en cuanto a Francia, si no resulta adecuado hablar de relaciones amistosas, al menos habrá que calificar la convivencia de estos dos países como de no beligerantes, en estos primeros años. Pero en el otoño de 1935, tras pacificar los territorios de Libia, el fascismo decidió ampliar su Imperio colonial en África oriental a costa de Abisina, sin previa declaración de guerra. Sin embargo, en mayo de 1936 las tropas italianas consiguieron entrar en Addis Abeba y  derrotar a Haile Selassi, emperador de Etiopía, cuyo título fue adjudicado a Víctor Manuel III. Gran Bretaña y Francia protestaron por la  invasión ante la Sociedad de Naciones, que puso de manifiesto su ineficacia represiva con los países invasores la medida fue generalmente secundada, por lo que Hitler se apresuró a atemperar la soledad del Duce con su apoyo incondicional. Italia había caído definitivamente en la órbita alemana. La participación de ambos en la guerra civil española del lado del bando franquista, les unió aún más.  El 1 de noviembre de 1936, Mussolini proclamó que «el eje de Europa pasa por Roma y Berlín». Las pocas dudas que pudiera encerrar esa frase quedaron totalmente despejadas el 22 de mayo de 1939, fecha en la que se firma un tratado de amistad y alianza entre Italia y Alemania, conocido bajo el nombre de «Pacto de Acero».  
Imagen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJH_f9G0d0AqQZT5rcPujr4y0Mf0VrkkE9FGneS3-u54RcNAIN3W8AE6p14rb8rCpRRtNB7EfxxgtRsnUbGEs2YNtA2Vc5k0sxczRs_8FFxiHN9nkwc4tNuxKezigG35zZCvbBRla57IYe/s400/adolf_hitler_y_benito_mussolini.jpg

Fuente: http://bachiller.sabuco.com/historia/Fascismos%20y%20fascismo%20italiano.pdf




3 comentarios:

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  3. Me pregunto si Mussolini tenía tiempo para juntarse con el Führer y aspirar merca del culo de un enano albino con sindrome de down

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